viernes, 26 de junio de 2009

Irán: sangriento final del simulacro electoral



El nombre de Musavi sigue siendo evocado por los medios occidentales como el del jefe del movimiento que ha tomado las calles de las principales ciudades de Irán.

Grupos políticos occidentales, principalmente de izquierda, hasta lanzan llamados de apoyo en favor de Musavi quien estaría luchando contra las milicias Bassidj, cuando Musavi fue uno de los miembros fundadores de dichas milicias.

Focalización sobre Musavi por parte de occidente, que ha dejado desamparados a los verdaderos opositores de la teocracia iraní. No se puede seguir dándole la espalda, ni a los testimonios, ni a las imágenes que nos llegan desde Irán. No puede occidente seguir siendo indiferente ante el hecho que en las manifestaciones ya prácticamente no hay pancartas ni slogans con el nombre de Musavi.

Tanta indiferencia por parte de Occidente, desespera a los iraníes. Apenas al día siguiente de las elecciones, el régimen organizó unas falsas protestas, buscando que Obama tomara partida a favor de Musavi y así la teocracia iraní bien sea se quejaba de la injerencia extranjera o cambiaba los resultados electorales y daba a Musavi como ganador, y éste gracias a la legitimidad que Obama le otorgaría, pondría como condición a un dialogo con los EE.UU.; el previo levantamiento de todas las sanciones que hoy pesan contra Irán. Mientras circulaban anuncios ficticios sobre arrestos de falsos líderes moderados, los periodistas extranjeros filmaban con toda libertad la creciente ola verde de Musavi, en fin, la propaganda, de una revolución con los colores del régimen y a favor del régimen.
Pero el teatro fue brutalmente suspendido el lunes 15, cuando 2 millones de personas tomaron las calles desbordando la cifra habitual de 50.000 figurantes del régimen. Inmediatamente el régimen llamó al orden a la prensa extranjera y retomo el monopolio de la información.

Mientras Musavi llamaba a la desmovilización, y éste, fiel a su bajo perfil asistía junto a los otros candidatos a un encuentro con el Guía Supremo. Como las protestas continuaban, Musavi y Katami, publicaron a dos manos un comunicado en el diario oficial “Republica Islámica” una de las mas antiguas publicaciones del régimen y de la cual el propio Musavi fue redactor en jefe, pidiéndole al Guía Supremo que no los incluyera entre esos terroristas que atacan las instituciones del régimen. Con ello se daba inicio, de manera velada, al proceso de criminalización de toda disidencia anti-régimen islámico.No obstante, éste reciente simulacro de manifestaciones, de manera de hacerle creer a Occidente que en Irán estaba teniendo lugar una revolución de terciopelo, se convirtió en un boomerang para el Ayatolá Jamenei. De allí la orden de comenzar el sangriento asalto y con Musavi, cada vez mas ausente, se ha vuelto a escuchar el slogan « Allah Akbar » el cual era el grito de guerra de los molas contra el Sha.

Un grito que hoy refleja la ruptura, por cuanto, el mismo conlleva el mensaje a los molas que tomaron el poder gritando « Allah Akbar » y ahora el pueblo iraní los trata de expulsar utilizando sus propias armas.

Mientras la solidaridad entre ciudadanos se ha vuelto consigna, fotos y videos salen de Irán, un valioso material captado por los propios manifestantes, arriesgando sus vidas, con equipos de baja calidad, algunos lo hacen desde sus balcones o ventanas. Al tiempo que, las milicias golpean y matan, una vez terminada la puesta en escena de la campaña electoral, ya no hay interés en simular que en Irán existe un espacio de libertad democrática.

De igual forma, el régimen despliega su poderoso aparato de propaganda internacional, todo un arsenal conformado por premios Nóbel, cineastas, think tanks, todos al unísono llaman a apoyar a Musavi. Pero la tarea se les ha vuelto cuesta arriba, ya que es muy difícil salvar las apariencias en estos momentos de violencia y sangre.

Las terribles imágenes de la muerte de la joven iraní Neda, cuyo nombre significa Llamado, es la imagen del martirio por liberarse de los ayatolás y molas. Occidente no puede decir que no hay suficientes pruebas, ni crearse falsas esperanzas con un reconteo de votos, el cual evidentemente proclamara que la elección se hizo dentro de la legalidad.


Luis DE LION