domingo, 23 de mayo de 2010

¿Merecen un Mockus?



Demasiado se han explotado críticamente las imágenes del pasado de Antanas Mockus en las que muestra el trasero frente a un auditorio de estudiantes.

No es sano juzgar las condiciones ni aptitudes de un aspirante a gobernante a través del manejo de los símbolos que en el caso del "Profe" Mockus han sido abundantes a lo largo de su vida pública. Afirmar que Mockus no tiene talla de mandatario por esa condición mediática que explota magistralmente no es argumento suficiente para descalificarlo...pero otras cosas sí.

De este personaje es más lo que se intuye que lo que se sabe. Los fundamentos de su eficiencia gubernamental, los que deberían constituirse en el primer escalón de evaluación para determinar su capacidad al frente de la Presidencia de un país complejo son frágiles. Haber sido honesto y frugal con el manejo financiero y administrativo de la Alcaldía Mayor no es suficiente. Habría, más bien, que preguntarse si el candidato habría sido el buen alcalde capitalino que dicen que fue, si no lo hubiera acompañado el viento de cola que le legó Enrique Peñalosa. Y haría falta que pudiera exhibir ejecutorias muy contundentes y no un estilo de administrar llamativo. Su inconstancia de propósitos al darle la espalda a su electorado y dejar inconclusa su propuesta, al renunciar a la alcaldía de la capital para aspirar a la silla presidencial en 1998, también deber objeto de reflexión.

De Antanas Mockus se conoce su inclinación a lo filosófico, su apego por lo racional y lo matemático, su obsesión por la probidad y la ética, todas condiciones útiles para el buen ejercicio de cualquier cargo de alto nivel, mas no suficientes cuando hablamos de la máxima magistratura de un país que tiene muchas pelotas en el aire en el terreno de la seguridad ciudadana, de la economía doméstica, de su política exterior y, sobre todo, un país que debe impostergablemente hacerle frente a la deuda social insoluta que el próximo presidente heredará.

La ambigüedad con que Mockus ha abordado en la recta final electoral el tratamiento que dará al tema de la pacificación de su país, el más trascendente proyecto que tendría en sus manos a partir de agosto de este año, debe llevar a los colombianos a preguntarse si confiarle el timón de la nación a quien no expresa diáfana y contundentemente sus propósitos no es una decisión en extremo peligrosa.

En fin, poco importa si al lado de una propuesta política densa, multicomprensiva, detallada, juiciosa y minuciosa sobre el rumbo del país, al nuevo presidente le da por ser original y con ello refresca el ejercicio del cargo.

Pero parece que en este caso la originalidad va adelante y la densidad por detrás. Y eso, eso es mucho menos de lo que merece Colombia.

Beatriz de Majo
El Naiconal / ND

¡Patria o muerte! Pero ¿mi patria o la tuya?




"Así como es importante estar preparado para defender la patria militarmente, también tenemos que estar listos para defenderla políticamente de la invasión del enemigo". La maestra habla en plural. Dice "patria", "tenemos", aunque en rigor su patria es Cuba y la de los alumnos que forma como portavoces de los consejos comunales, la organización popular creada por Hugo Chávez, es Venezuela. Nadie alza la mano para preguntarle: "Compañera, ¿defender mi patria o la suya?". Se sobrentiende que los gobiernos de La Habana y Caracas son en la práctica uno solo y que la "patria" es solo una.


En esta "nación", surgida del vínculo político que mantienen Chávez y Fidel Castro, cada uno aporta lo mejor que tiene. Venezuela pone el petróleo, con envíos diarios de 100.000 barriles de crudo a La Habana. Y como forma de pago, Cuba entrena a los venezolanos en lo que más sabe: educación, medicina, deporte.

Gracias a este intercambio, Venezuela es para Cuba el sostén económico que era la Unión Soviética en tiempos de la guerra fría. Esta simbiosis es rechazada por el 75% de la población venezolana, según las encuestas, y ha despertado también la cólera en los cuarteles ahora que se ha hecho público cómo esta colaboración se ha extendido a las áreas de inteligencia militar y control social.

Ya desde 1999, cuando fue oficial la ascensión de Chávez al poder, la inteligencia cubana comenzó a rondar a sus pares de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención de Venezuela (Disip), rebautizada ahora como Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). "En esa época comenzaron a llegar cubanos ofreciendo asesoría, pero el director de la Disip de entonces no permitió su entrada. En 2003 sí lograron su objetivo, e hicieron que cambiara toda la concepción de inteligencia y contrainteligencia que hasta el momento se venía manejando", cuenta un ex oficial que participó junto a Chávez en el fallido golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez y que, en 1999, formaba parte de la Disip.

Es a lo que se refería el general Antonio Rivero, ex director de Protección Civil, cuando el 21 de abril de 2010 denunció la presencia de militares cubanos en los servicios de inteligencia y en el mismo centro de la Fuerza Armada Nacional. El general se abstiene de revelar nombres, pero señala que hay un equipo de militares cubanos que se encarga de impartir entrenamiento a los oficiales venezolanos en inteligencia militar, en custodia de armamento y hasta en construcción de fortificaciones militares.

"Es un grupo de militares expertos, de diferentes rangos. Tengo conocimiento de que hay un general. Todos van de civil, los he visto y no usan identificación. Los cubanos se cuidan para que mañana no se pueda probar que estuvieron aquí. Un general venezolano, delante de mí y de otras 40 personas más, presentó a un coronel cubano. Dijo que él iba a impartir instrucciones y señaló la confidencialidad de esa información. Luego este coronel se convirtió en un supervisor de las instrucciones que los cubanos imparten dentro de su asesoría", indica Rivero. Otro oficial activo de la Fuerza Armada ha confirmado que los cubanos les ayudan en la construcción de "túneles": fuertes militares subterráneos.

También las ideas del comandante de la revolución cubana, Ramiro Valdés, llegaron a Caracas mucho antes de que él lo hiciera, el martes 2 de febrero de 2010, con la excusa de brindar asesoría para resolver la crisis eléctrica que atraviesa Venezuela. Al menos desde 2003, las empresas, los técnicos y los oficiales cubanos que están al mando del comandante y ministro de Informática y Comunicaciones de Cuba trabajan en los sistemas de seguridad, identificación y notarías del país.

En 2003, la empresa cubana Copextel, que presidía Ramiro Valdés desde 1980, puso en marcha la red inalámbrica nacional para servicios de voz, datos y vídeo del Centro Nacional de Tecnologías de la Información de Venezuela (CNTI) e instaló todo el sistema del canal estatal ViVe TV, que salió al aire en noviembre del mismo año. Ambos proyectos son enumerados en la página web de Copextel como parte de sus logros, junto al "suministro e instalación de 10.000 receptores satelitales a cooperantes cubanos en Venezuela".

A partir de 2005, la compañía Albet Ingeniería y Sistemas S.A. -vertiente comercial de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana- comenzó a encargarse de los negocios tecnológicos con Venezuela. Como ministro de Informática y Comunicaciones de Cuba, Ramiro Valdés ha firmado los contratos que le han otorgado a Albet la responsabilidad de operar el Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería de Venezuela (Saime), que, según el sitio web de Albet, "posibilitó revolucionar la emisión de cédulas y pasaportes, migración en aeropuertos, puertos, puntos fronterizos y de control de extranjeros que radican en el país", y la plataforma del Servicio Autónomo de Registros y Notarías, "que controla, en todo el país, cada una de las operaciones contables realizadas en las oficinas registrales", sostiene Albet.

Luego la tecnología cubana comenzó a permear la industria petrolera venezolana. En diciembre de 2008, el ministro del Poder Popular para la Energía y Petróleo y presidente de Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), Rafael Ramírez, y el titular de la Informática y las Comunicaciones de Cuba, Ramiro Valdés, suscribieron un acuerdo para fundar la empresa socialista Guardián del Alba, sociedad anónima. Esta se encargaría de "fabricar soluciones tecnológicas integrales, en las áreas de automatización, informática y telecomunicaciones, para alcanzar la plena soberanía tecnológica". Según el diario cubano Granma, su creación "surgió como respuesta al paro petrolero [que tuvo efectos en Venezuela desde diciembre de 2002 hasta febrero de 2003], cuando los sistemas de control de Pdvsa fueron saboteados". El 51% de las acciones de Guardián del Alba pertenece a Pdvsa, y el 49% restante a la compañía Albet.

A pesar de toda esta trayectoria, el nombre de Ramiro Valdés no fue invocado en voz alta en Venezuela hasta febrero de 2010, cuando el presidente Hugo Chávez anunció que estaba en el país, junto a otro equipo cubano, para aportar soluciones a la crisis eléctrica que vive el país desde 2009. "Está con nosotros, al frente de esa comisión, uno de los héroes de la revolución cubana, el comandante Ramiro Valdés'', dijo entonces el comandante-presidente, y la oposición venezolana estalló en una dura crítica contra la injerencia cubana. Algunos sostuvieron, sin embargo, que el presidente Raúl Castro enviaba a Valdés en misión abierta Caracas con el único fin de verle fracasar y sacarlo del camino. Pero de cualquier modo, para la fecha ya había transcurrido mucho tiempo desde que Valdés y compatriotas comenzaron a manejar los hilos de la fibra óptica y el poder de la información que circula en Venezuela.
MAYE PRIMERA - Caracas - 24/05/2010

viernes, 21 de mayo de 2010

Chipocracia y mal de Chávez





No se trata de una travesura periodística, sino de legítimas denominaciones para la tragedia que envuelve y aprisiona a Venezuela. Ahora que los chipos y el mal de Chagas han vuelto por sus muy antiguos fueros como consecuencia básica de la grave crisis de insalubridad y la debacle del saneamiento ambiental de responsabilidad gubernativa, es dable hacer una comparación con el tipo de régimen político que impera en el país.



Para empezar la “tripanosomiasis” es una enfermedad parasitaria, y la llamada “revolución bolivarista” es una satrapía que vive a costa de la nación venezolana, alimentándose de su trabajo y riquezas, y depauperándola cuál parásito tenaz y habilidoso. Más de 900 mil millones de dólares ha consumido el parasitismo rojo-rojito, y la salud cada vez más deteriorada del cuerpo político, social y económico del país son la prueba de sus estragos.

La enfermedad suele ser transmitida por el célebre chipo, un insecto que a su vez alberga al agente infeccioso o el protozoo microscópico, cuyo nombre técnico es el Tripanosoma cruzi. Cómo entonces no hacer un paralelismo con esa endemia seudo-ideología del comunismo ramplón y el militarerismo depredador, que se anida en buena parte de la montonera que controla al Estado nacional y también aspira a dominar a todas las esferas de la vida venezolana…

El mal de Chagas, además, puede llegar a convertirse en una enfermedad crónica, que luego de un estimable período es que termina acabando con la víctima. En otras palabras, muchos conviven con el mal sin siquiera darse cuenta hasta que, quizá, sea demasiado tarde. Y acaso eso no es lo que ha ocurrido con la trayectoria del “proceso de cambios”, proclamado inicialmente como una suerte de redención democrática, cuando en verdad se trataba de la incubación progresiva de una autocracia tan decimonónica como destructiva….

El mal de Chagas no es una enfermedad nueva, como el mal de Chávez tampoco es una patología de reciente data. La vieja historia de Venezuela está repleta de caudillismos usufructuarios y de demagogos delirantes, que se ufanaban de hacer valer la democracia social, y dejaban a la patria en ruinas luego de concluir su ciclo de violencia y latrocinio. En pleno siglo XXI, el mal de Chávez representa una mutación de aquellas plagas para simular adaptarse a los valores de la cultura democrática que los venezolanos forjamos en el siglo XX.

En no poca medida, la neo-dictadura es eso: autoritarismo vestido de democracia, verticalismo adornado de participación, falseamiento barnizado de historia, manipulación disfrazada de esperanza.

Pero así como la voluntad nacional logró vencer las tendencias despóticas que se enseñorearon hasta bien entrado el siglo pasado, así se encontrará, de nuevo, el camino para superar la presente hegemonía, para dejar atrás a la Chipocracia y para derrotar las secuelas de su parasitosis: el agravamiento de los males tradicionales y la irrupción de numerosos males de su propio y exclusivo cultivo.

Fernando Egaña
ND
Mayo 21, 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

La ley del embudo chavista



SOBRE LA MARCHA
Por Elides J. Rojas L.



Para el chavismo está claro que es necesario cerrar la venta de divisas dentro del país. Y no se trata de ganas de fregar la paciencia, algo en lo que son especialistas, es que simplemente no tienen plata. La quiebra del país se está haciendo inocultable, por mucho que inventen excusas o traten de justificar las medidas.

En Cuba, a donde vamos todos, ya se sabe que el mercado cambiario no existe para los cubanos. Y están tan empobrecidos que no importa. Igual no podrían comprar ni un dólar. En la cárcel de Fidel, se dice que los cubanos no necesitan ni dólares ni pesos, pues el Estado les garantiza el perfecto funcionamiento de la salud, la educación y la alimentación. Y la verdad es otra. El comunismo no concibe mercados de ningún tipo ni propiedades de ningún tipo, para los ciudadanos comunes. Para los jefes de la cúpula del partido lo que quieran, para los súbditos de Fidel nada. Como se va perfilando aquí.

Las palabras santas del líder intergaláctico en las que reitera su rabia por las posesiones terrenales y por ciertos gustos del buen vivir, como comer o beber, no se corresponde con la verdadera vida de los más acérrimos revolucionarios. O es que acaso la gente no va a los restaurantes y observa cómo los chavistas, civiles y militares, son quienes lideran la gastadera de plata en aguardiente y buena papa. Eso es notorio y público. La otra es la viajadera. El show del chavista gastador, fácilmente reconocible, se da por igual en vuelos nacionales como internacionales. ¿Quién no ha visto a la esposa de fulano, director de tal o cual oficina, llegar con ese maletero socialista. ¿Quién no ha visto a los saldaditos cargando las maletas de mi general en inmigración o al pasar aduana? Eso también es público y notorio. Lo de las camionetotas también es otra obra del cinismo gobiernero. Para el chavista clásico la camionetota debe ser de las más grandes y más caras, sino es una simple carrucha. ¡Cómo les gusta a los socialistas una perola de esas¡ Y que no venga a decir Chávez que es mentira, eso lo ve todo el mundo en la calle. Eso es lo mejor del cuento. Mientras Chávez casi llora de emoción socialista cuando anda inspirado en su cadena y le da por sermonear con eso de los bienes, la plata, los dólares y los carrotes, sus camaradas lo hacen quedar malísimo ejerciendo el peor de los capitalismo pantalleros.

El domingo con el show de La carolina, la finca robada a Diego Arria por las fuerzas justicieras de la revolución, se dieron banquete en televisión mostrando niños en la piscina y militares gordos caminando por la hacienda. El discurso es el mismo: improductiva, la tenían como diversión, llegó el socialismo, se hace justicia, ahora la piscina es del pueblo, ahora la finca es de todos. Por otra parte todo el mundo conoce a algún chavista propietario de finca o hacienda más grande y mejor dotada que la de Arria. ¿Será que los líderes de esta revolución de coba no saben que todo el mundo conoce, aunque sea por fotos, la existencia de una hermosa hacienda llamada La Chavera? ¿Será que creen que la gente no sabe de quién es?

Lo dicho. Discurso de la boca para afuera. En este socialismo estafador, nadie más tiene el derecho a ser propietario si no los jefes de este fraude comunista. ¿Quién tiene los dólares? ¿La gente común? No. Lo tienen los héroes del proceso. Al pueblo. Si acaso, le toca cadivi y de a poquito.

Esa es la historia de este socialismo llanero. La ley del embudo.

Veamos lo que dice la emblemática Iris Varela, en el mismo sentido.
La diputada por el estado Táchira Iris Varela considera innecesario el manejo de divisas por parte de la población venezolana asegurando que el gobierno bolivariano garantiza salud, educación y seguridad social a los ciudadanos.

"Al pueblo que gana en bolívares no le interesa el dólar, y mucho menos si tiene un gobierno que le garantiza salud, educación y seguridad social,
¿Para qué necesitamos nosotros los dólares? Si acaso cuando salimos al extranjero y para eso, se los pedimos a Cadivi", indicó la parlamentaria.


Calificó como una medida favorable que evita que la fuga de divisas arruine al país y un punto de apoyo para la revolución que impulsa el gobierno del Presidente Hugo Chávez el control cambiario impuesto en Venezuela desde febrero de 2003.


"El control cambiario ha sido uno de los pilares fundamentales que ha permitido el control de este país y que avance el proceso revolucionario", destacó Varela durante un pase en vivo con la estatal Venezolana de Televisión.


Aseguró que "la oposición está interesada en que se elimine el control cambiario para generar una fuga de divisas. La oposición lo que quiere es que cese el control de cambio para desangrar al país, para arruinar al país, porque ellos son lo que pueden agarrar todos los dólares, todas las divisas y llevarse las para las bancas extran

sábado, 15 de mayo de 2010

CAPERUCITO, EL ROJO




Cuando acusaba a Juan Manuel Santos de disfrazarse de Caperucita roja, sufrió el clásico lapsus de los dictadores: confundir a la víctima con el victimario. Si no lo hubiera traicionado el subconsciente, hubiera dicho que su mortal adversario colombiano – que, escríbanlo, ganará las elecciones – se estaba disfrazando de abuelita para, precisamente, comerse a la Caperucita. Se lo recordó con su feroz mordacidad Jaime Baily, que lo trata con la crudeza que no le prohíbe ninguna ley resorte colombiana y lo considera un cretino. Y que todas las noches, a partir de las 10 y media de la noche por el canal 725 para quienes disfruten de Directv, no le deja hueso sano.

Chávez sufre del síndrome del lobo feroz, si es que el psicoanálisis se ocupó de un síndrome semejante: ir por lana y salir trasquilado. Vuelve a presentársenos en el traje de la abuelita e invita a las caperucitas opositoras, que andan con sus canastitas recogiendo votos por el arrasado bosque venezolano, para que le pregunten por qué tiene los colmillos tan grandes. La boca tan grande. Y las garras tan grandes. ¿Se lo habrán preguntado o sólo fueron a sufrir un mini orgasmo porque el tirano les estrechó sus temblorosas manitas?

Astucia al por mayor, teatralidad digna de un Oscar de la Academia, hipocresía digna de Hitler sonriéndole a Stalin y firmando el pacto de no agresión más breve y mentiroso jamás firmado, inescrupulosidad propia de Fidel felicitando a Obama: la propia prestidigitación para ver si agarrado al arbolito de la impostura evita descoñetarse al fondo del precipicio histórico que le espera en su negro futuro, haga lo que haga.

Disfrazado de abuelita, enfundado en su piel de cordero no pudo dejar de mostrar el hocico de la bestia: allí sólo habló el lobo, sólo pontificó el lobo, sólo dispuso de los micrófonos el lobo, sólo hizo guiños y endulzó la voz el lobo. Horas de perorata. Desde luego, nada de cadena nacional, que el mensaje no era para el país, sino exclusivamente para las caperucitas rojas opositoras y aquellos tentados de saltar la talanquera.

La historia dará cuenta del esfuerzo: ¿valió la pena? ¿Desconcertó a algún opositor? ¿Reconfortó a algún preso político? ¿Bajó el precio de la canasta básica? ¿Desinfló al dólar, cuyo valor se ha multiplicado por varios miles desde que asaltó el Poder? ¿Nadie fue asesinado anoche, ante la conmoción del malandraje frente a tanta exhibición monóloga de generosidad de parte del insaciable Supremo?

Dos signos de la farsa, dos signos del tamaño de una catedral: buenas serán las farsas pero no tanto como para echar atrás los atropellos inconmensurables cometidos contra los ochocientos mil caraqueños que eligieron a Antonio Ledezma. Al alcalde de la dignidad se le detuvo en la puerta. Por una sencilla razón: el tirano sabe a quien perdonar y a quien no. A sus verdaderos y auténticos enemigos ni un milímetro de cordialidad. La que entró en lugar de Ledezma fue su encomendada digital, una impostora. Además, si hubiera cometido el gigantesco error de haberle permitido ejercer su derecho, Ledezma tiene los suficientes cojones como para haberle interrumpido su interminable monólogo monárquico y haberle mostrado una puntita. Sólo una puntita de la factura cósmica que deberá pagar en el banquillo de los acusados.


El otro signo: Henry Falcón no asomó a la comisura de sus labios en ningún momento ni una sola sonrisita de aprobación. Ni muchísimo menos se presentó al besamanos. Por lo visto no come cuentos. Sabe, porque ha habitado en las entrañas del monstruo, que el cordero de utilería no le devolverá la vida a ciento cincuenta mil asesinados, no devolverá a las arcas de la nación novecientos cincuenta mil millones de dólares, no le entregará al país al momento de su caída su electricidad, su agua, su petróleo, sus escuelas, sus hospitales, sus empresas, sus bienes saqueados, destruidos y aniquilados por su ignorancia, su irresponsabilidad, su mediocridad, su despotismo y su indolencia.


Ya lo dijo Diego Arria: disfrazarse de abuelita no engañará a los honorables y altos magistrados de La Haya: lucirá como Sadam, el espulgado. Y Dios no se apiadará.

PEDRO LASTRA


El gobernador del estado Carabobo, Henrique Salas Feo, aclaró este sábado su ausencia en la Instalación de la Primera Sesión Plenaria del Consejo Federal de Gobierno realizada el viernes por el presidente Hugo Chávez, junto a todos los gobernadores y alcaldes del país.

Salas Feo explicó que el presidente Chávez llegó con un retraso de siete horas y media a dicho acto efectuado en el Salón de Gobernadores del Palacio Blanco, “y solamente era para escuchar sus palabras (cuando lo) fundamental (es) que el pueblo venezolano viera a sus gobernadores y alcaldes reclamando los problemas que hay en las provincias”, dijo en el marco de una asamblea de la MUD.

Según Salas Feo tal el Consejo Federal de Gobierno “resulta totalmente inconstitucional, es un esquema en el cual lo que está planteado es hacerle un paralelismo a todos los gobernadores y alcaldes de Venezuela para no enviar todos los recursos completos que le corresponden a las regiones”.

Añadió Salas Feo que “la creación de los motores de desarrollo es para enviar los recursos a unas zonas, designar el Presidente de la República a dedo a unos vicepresidentes que administrarán esos recursos, en lugar de hacerlo directamente con los gobernadores y alcaldes de Venezuela”, resaltó.

De igual modo, el gobernador se comprometió a estar al lado del resto de los mandatarios regionales del país, al tiempo que no aceptó el irrespeto que se le hace a la descentralización. “Ese más que un consejo federal de gobierno, fue un consejo central de gobierno”, aseveró.

martes, 11 de mayo de 2010

"LA CAROLINA" Y ALGO MÁS



Los detalles que circundan la expropiación -mejor definición es asalto y robo- de la hacienda de Diego Arria, hasta ese momento modelo de manejo agrícola y pecuario con 250 vacas Jersey puras produciendo hasta 22 litros diarios de leche contra el promedio nacional de 5 por animal, demuestran como la mezcla de reconcomio con jalabolismo va llevando el proceso de atraso que impone el comandante presidente.

Ante la sostenida posición del propietario de esas tierras contra el militar venezolano en todas las instancias internacionales donde el ex presidente del Consejo de Seguridad de la ONU tiene acceso, la decisión de los chupamedias del Ministerio de Agricultura y del Instituto de Tierras fue llevada en bandeja de plata al caudillo para congraciarse con él y "repartirse" no solo el ganado, sino todos los productos, muebles, obras de arte, enseres, tractores y vehículos entre los bandoleros asaltantes. Eso sí, con permiso de arriba y una preselección de lo que gustaría o no a sus superiores.

Las fotos de la intervención denotan el odio con el que entraron a destruir lo que fue exhibido a las universidades como ejemplo de producción. Los helicópteros del MAT y el INTI sobrevolaban la hacienda, enviaban funcionarios con la Guardia Nacional a tomarle fotos a la propiedad y así se "repartieron" lo que más tarde iban a cogerse. En un informe previo los fiscales explican en el inventario que "el fundo es modelo; tiene 370 hectáreas y solo 100 desarrollables que están full productivas; los cerros protegen, en 170 de ellas, las fuentes de agua; tienen 8 Has. de café orgánico que cultivan las familias de empleados-socios; una cría de caballos cuarto de milla campeones estadounidenses con 19 potros y yeguas madre; 15 mil matas de naranja; La Bodeguita es modelo de procesamiento de cultivos donde vendía el personal ají, quesos, tes naturales; algunas vacas sobrepasaban los 30 litros de leche; los pastos están bajo irrigación automática y se cultivan 25 Has. de maíz para forraje de las vacas; el personal está contento y bien pagado; participa en unas miniempresas de alimentos; las vacas son ejemplares de alta producción; está tan bien aprovechado el espacio que no hay dónde colocar los alimentos para los animales... etc.". Con ese informe en la mano, Elías Jaua y Juan Loyo decidieron ignorarlo y proceder para complacer al jefe máximo. Lo demás ya es conocido.

Las cámaras de la propiedad grabaron detalles de ocupación, las amenazas y, sobre todo, el reparto del "botín escuálido" encontrado. La declaración de Chávez indicando que él fue quien ordenó quitarle la hacienda a Arria servirá para cualquier acusación penal futura, tal como le sirvió a Eligio Cedeño la orden dada por el caudillo contra la jueza María Lourdes Afiuni, para demostrar que todo se limita a un asunto personal y no de justicia o legalidad. Hasta ayer se habían robado varias vacas y cuatro caballos campeones, así como toda la ropa de la familia y el arte encontrado. Choros. Como algunos ejemplares bovinos y equinos tienen chips satelitales sabremos a cuáles fincas rojas habrán de llegar...

NELSON BOCARANDA

miércoles, 5 de mayo de 2010

Lección de honor




Mayo 5, 2010

“Son los pueblos más que los Gobiernos, los que arrastran tras si la tiranía”. Simón Bolívar.

Mientras más arrecia la persecución del régimen contra sus adversarios, más razones aporta para que no sólo la oposición sino la mayoría de los venezolanos entiendan que es imposible ningún tipo de trato civilizado con la barbarie. El país le está enseñando al Comandante un rostro furioso que él no está acostumbrado a ver. Y reacciona con represión, con rabietas, con la más descarada violación a los derechos ciudadanos y a una Constitución de la cual se burla con sus actos diariamente.


Ya ni siquiera se ocupa de disimular su autoritarismo absolutista, manda, ordena, decide, pasando olímpicamente por encima de congreso, tribunales y leyes. Su desprecio por el honor militar es permisado por la indignidad de un generalato que le sirve a él y no a la Patria, que lo protege a él y no al pueblo, que prefiere la abundancia en la que nadan antes que ser leales a un juramento que debió ser sagrado e inquebrantable. En las narices de estos condecorados, el Comandante ha cambiado las leyes de las Fuerzas, les empató una milicia inconstitucional, les cambió los términos de su seguridad social, les copió el uniforme castrosoviético, las escuelas, las líneas de mando. Los maneja como soldaditos de plomo en un tablero. La única muestra de que están vivos es su grito: “Patria Socialista o Muerte, íVenceremos!”. Estos son los herederos del glorioso Ejército Libertador, unos sirvientes de un proyecto personalista que ha arruinado a Venezuela.

Se merecen que los disfracen de Cascanueces, que los pongan bajo el mando de soldados cubanos, merecen comandar esa horda de ancianos, gordas (os) e indigentes que integran esas tales milicias, que no son más que una Corte de los Milagros que el Comandante habilita para meternos miedo, para que creamos que esa abuela que apenas puede con el fusil va a tener las bolas de dispararnos. Lo lamento por los militares que han pactado con el régimen a cambio de su tranquilidad económica, de un ascenso o de lograr el retiro “sin levantar mucho polvo”. Lo lamento por quienes piensan que una pensión o una cuenta bancaria es más importante que la palabra, que la carrera, que un juramento sagrado, que el honor, que la herencia de la historia y sobre todo, pero muy por sobre todo, que el ejemplo que dan a sus hijos.

En ese mar de indignidades, sin embargo, se levantan voces que nos dan ánimo, que nos hacen pensar que todavía en las filas militares hay venezolanos criados en democracia, defensores de la justicia y respetuosos de su uniforme. Son aquellos que han preferido que los degraden, que los encarcelen, que los insulten, que les quiten las pensiones, que los condenen a la pobreza y al exilio, antes que ceder ante el régimen. Me quito el sombrero ante Carlos Alfonso Martínez, Francisco Usón, Felipe Rodríguez, Otto Gebauer y cientos de militares que perdieron su carrera, sus bienes y hasta su familia por oponerse a la masacre de la democracia venezolana. Ninguno de ellos transigió, ninguno cambió su posición ni su declaración. Hoy tienen una vida difícil, encarcelados, en el exilio o perseguidos por la injusticia revolucionaria.

Soldaditos con chapitas de latón, escuchen: hay que tener pantalones, valor y dignidad para comportarse como el General Angel Vivas, llevado a juicio ante un tribunal militar acusado de los delitos de insubordinación, desobediencia y falta al decoro. El delito real del General Vivas es haber acudido al TSJ en el año 2008 para oponerse al lema cubano “Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos” impuesto a la Fuerza Armada Nacional por Hugo Chávez. El 28 de abril de 2010 este militar se defendió de los cargos en su contra con un escrito que deberían leer todos los militares de este país.

“Yo, Angel Omar Vivas Perdomo, General de la República de Venezuela, Acuso:

* Acuso a aquellos quienes, desde el poder y por la vía de hecho IMPUSIERON; y a aquellos quienes portando sobre sus hombros las más altas jerarquías de la institución armada y ocupando las más altas posiciones de comando PERMITIERON, que ese lema extranjero, cubano, “Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos” penetrara en la Fuerza Armada nacional, viéndose obligados nuestros oficiales y soldados a usarlo, humillándose de esta forma los estandartes de guerra de nuestras unidades, deshonrando sus símbolos y lemas, de los cuales, muchos de ellos datan desde nuestra guerra de independencia, tienen sangre de nuestros libertadores y están cargados de gloria y honor militar venezolano y que son muchos de ellos más antiguos que la República de Cuba misma, donde este lema, sinónimo de opresión y muerte en su propia tierra fue creado, el 5 de marzo de 1960 por el dictador Fidel Castro.

* Acuso a quienes me acusan, a aquellos quienes debiendo estar de mi lado, defendiendo lo que yo estoy defendiendo, que no es otra cosa que la Constitución, la Institución y nuestros valores patrios más sagrados sobre los cuales fue fundada nuestra nacionalidad, cumpliendo el juramento que hicimos todos, incluyendo los que nos encontramos en esta audiencia vistiendo el uniforme militar venezolano; ahora amenazan mi libertad con la intención de doblegarme, no lo conseguirán. Podrán meterme preso, podrán asesinarme, en todo caso tendrán sólo el cuerpo del General Vivas pero nadie tendrá al General Vivas, nadie logrará que este soldado se rinda ante intereses extranjeros o ante aquellas personas que están entregando la patria y rindiendo sus armas a esos intereses extranjeros.

Yo los acuso a todos de traición, los acuso de traicionar el juramento que hicimos ante Dios y en presencia de la Bandera. Espero que algún día no muy lejano la patria se los demande, como claramente reza el juramento. Permítanme finalizar mis palabras con el lema con el cual nació Venezuela: íMUERA LA TIRANIA íVIVA LA LIBERTAD!, Generalísimo Francisco de Miranda”.

El delito de Traición a la Patria está claramente configurado cuando el país es entregado a una nación extranjera, para que maneje los puntos más álgidos de la seguridad nacional. Los enviados de Fidel Castro están dentro de los cuarteles, comandando y participando de los secretos de la defensa nacional, controlan la data de los ciudadanos desde el SAIME, Seniat, CNE; saben de las propiedades y negocios de los ciudadanos, a través de su control sobre los Registros y Notarías; bajo la figura de “asesoría” penetran la educación, la red eléctrica nacional y las empresas básicas del estado. Comenzaron por controlar la salud y la seguridad social, ahora son dueños del país. El Comandante, dadivoso con su mentor, realiza negocios con Cuba que más temprano que tarde serán develados. Nunca ha habido tantos petrodólares en Cuba, nunca habían sido exportadores de crudo. Ahora tienen ayuda para construir casas, carreteras, refinerías y sistemas eléctricos. En pago, los arquitectos cubanos, incapaces de rescatar el casco histórico de La Habana, son traídos a Caracas por el Comandante para que rescaten la zona colonial de la capital.

El General Antonio Rivero desembuchó lo que todos los militares saben: la entrega del país al castrismo. Desde La Habana se dictan las líneas de agresión del régimen a los venezolanos. Ante la debacle electoral que se avecina el 26 de septiembre y cuya primera clarinada fueron las trucadas primarias rojas, la jauría oficialista se lanza sobre las cabezas de la oposición, especialmente sobre quienes ellos consideran “traidores”. Por eso le quitan la granja sustento de la familia del capitán Carlos Guyón. Por eso cercan a Henry Falcón, por eso enjuician a Wilmer Azuaje.

Quienes crean en medio de esta debacle política y socioeconómica, que todo está perdido, que no hay oposición, que no hay salida a corto plazo, les digo: hay miles de venezolanos en el exterior hablando sobre lo que sucede en Venezuela, el Comandante ya no puede engañar a nadie. Tenemos demócratas incólumes, millones de venezolanos que no se han dejado comprar por una beca, una bolsa de comida o un contrato. Está un Oswaldo Alvarez Paz preso por decir la verdad, unos Comisarios condenados a 30 años por defender nuestras vidas, un Antonio Ledezma que no baja la cabeza, unos gobernadores de oposición que mantienen la esperanza de buenos gobiernos pese a las infames limitaciones presupuestarias.

Los demócratas tienen que estar orgullosos de un Diego Arria, que se niega a negociar su propiedad y su dignidad con delincuentes; de un Lorenzo Mendoza, que con todo el dinero del mundo sigue pegado aquí en su país, luchando por defender unas empresas que le dan el sustento a miles de familias venezolanas; de una María Corina Machado, que pudiendo vivir tranquilamente en cualquier hermoso rincón del planeta, se ha fajado a luchar por su tierra; de unos presidentes de Fedecámaras, de Consecomercio, de Fedenaga, que por encima de todo han defendido la prosperidad del país, el derecho de propiedad, los puestos de trabajo.

Tenemos demócratas para rato en las amas de casa, en los estudiantes, en los profesores, en los padres, que una y otra vez han salido a marchar y a protestar para que no nos quiten el derecho a ser educados en libertad. Por si fuera poco, la Curia venezolana se ha volcado a proteger a los hombres y mujeres de este país, siempre buscando la justicia y exigiendo igualdades. Se me quedan en el tintero muchos venezolanos que desde sus posiciones tienen once años enfrascados en la defensa de la democracia. Y en esta semana de la Libertad de Prensa, hago un especial homenaje a los periodistas, que hemos puesto toda nuestra carne en el asador para que ustedes, sean demócratas o chavistas, puedan legar a sus hijos un país donde se respete el pensamiento, la vida, la propiedad y se ejerza la justicia para todos. Los tiempos de Dios son perfectos, tengan fe.

Charito Rojas
Notitarde / ND

martes, 4 de mayo de 2010

Los fantasmas del PSUV




De ese misterioso partido de Estado, rémora de los engendros orgánicos paridos por los dictadores necesitados de un parapeto semi politológico como esa quisicosa llamado PSUV, se puede decir una gran verdad: existen, después de inflados por el caudillo, hasta que ambos se desinflan – caudillo y parapeto. Lo que puede ocurrir diacrónica o sincrónicamente. A veces se le revienta el pulmón al caudillo y no hay quien infle la esmirriada bomba partidista. Otras veces, el globo se revienta solo y cuando menos se espera. Lo lógico es que ambos vuelen por los aires expelidos por sus emanaciones gástricas.



Es lo que parece estar sucediendo en la Venezuela del realismo mágico, esa que parió de la nada una militancia activa y combatiente tan poderosa como la del PCUS en los mejores tiempos de Stalin y que llegara a tener en el zenit del aluvión chavista más de seis millones de inscritos. En su momento, la mitad del país electoral. Un desiderátum que ya hubiera querido Adolfo Hitler: cada votante inscrito en el REP un militante de carnet, curso de educación política y librito rojo.

La verdad ha reventado este domingo en el agriado rostro del caudillo, que acuciado por las colas más vacías de la historia – un oxímoron inventado por Pompeyo Márquez – las cogió contra una modesta y corajuda periodista que le hizo las únicas preguntas pertinentes a quien le huye a la verdad como a la peste y tiene la pésima costumbre de asesinar al mensajero. Búsquesele y rásquesele por donde se le apriete: de esos seis millones y pico de inscritos y carnetizados del PSUV no asistió más de un millón a las urnas. Todo lo demás es cuento.

Y vaya que un millón de votantes para unas primarias es una cifra respetuosa y como para exhibirla con orgullo, salvo que se esté enfermo de delirium tremens y se tenga la insólita auto percepción de estar encabezando la cruzada sagrada de la revolución planetaria del siglo XXI. Tampoco como para hincharse el pecho y salir a pavonearse a los Próceres: si se proyectan los 350 mil votantes que asistieron a las primarias parciales del 25 de abril, la oposición hubiera puesto en pie de guerra a nivel nacional la suma de 1.600.000 votantes. Lo que corresponde, voto más, voto menos, a la verdadera correlación de fuerzas electorales: 60% para la oposición, 40% para el oficialismo.

Una cifra que tampoco corresponde a una proporción áurea. Si las elecciones en Venezuela fueran el fiel reflejo de la realidad y ambos contrincantes nos montáramos al cuadrilátero con un Chávez sin arena en la izquierda y una herradura en la derecha, con un árbitro ciego y nosotros con una mano amarrada, la proporción aumenta para la oposición democrática exponencialmente. Quítesele a Chávez, es decir: al PSUV, es decir al Estado, vale decir: a PDVSA, dígase: a la administración pública, exprésese, a las Fuerzas Armadas el poder de imponerle un voto a sus millones de empleados y permítaseles votar como les salga del forro y ahí sí veremos lo que sucedió con todos los partidos de los regímenes totalitarios: no duraron una hora después que cayó el líder.

Esa es la primera enseñanza de estas primarias fantasmales: las masas brillaron por su ausencia. Aseguran quienes se calaron por razones profesionales el canal de “todos” los venezolanos durante todo este domingo 2 de mayo que no vieron el reportaje de una sola, de una mínima y modesta colita. La segunda es tanto o más grave: de la manga de muérganos que han legislado a las anchas del Supremo violando la voluntad soberana del 2 de diciembre del 2007 y torciendo el espíritu y la letra de la Constitución sólo se legitimaron ante su propia militancia dieciséis de entre los más de cien postulados. Fueron raspados, escupidos, tarjados, evaporados y convertidos en un amargo recuerdo de si mismos voces tan cantantes como las de Calixto Ortega – ¡qué merecido se lo tiene, por coprófago! -, Dugarte, el soplón – correveidile de la policía política del régimen dedicado a hostigar por encargo de Miraflores a quien fuera electo con más de setecientos mil votos para la Alcaldía Metropolitana –, Earle Herrera, kioskero de la mala muerte conocido en los bajos fondos como “car’e guante”, y así decenas de otros. Los que más suerte tuvieron quedarán de suplentes, como Desirée Santos Amaral, rebajada al nivel de su auténtica estatura por quienes no la conocen ni de los especiales del Ocho. Otro arrastrado nuevamente por los suelos, reincidente del fracaso en la aceptación de sus propios camaradas fue el ínclito Mario Silva. La Hojilla no le afeitó un solo voto. Tampoco Papi Papi estará feliz de tener tantos millones mal habidos y no poder comprarse una modesta titularidad.

¿Qué pasará con los despechados? ¿Adónde irán a llorar su desconsuelo? ¿Estarán mirando a la talanquera o a Yare? ¿Estarán golpeando las puertas del PPT o imaginándose unas largas vacaciones en Varadero? Que vayan preparando sus expedientes. Se acerca el momento en que tengan que dar cuenta de las violaciones constitucionales que cometieron o prohijaron. Basura leguleya que hará írritos decenas y decenas de convenios, leyes y decretos. Durarán lo que un ex abrupto intestinal en un chinchorro. Que Dios nos los pille confesados.

Pedro Lastra