viernes, 10 de julio de 2009
Dios los cría…
Julio 10, 2009
“Ahí esta José Miguel Insulza, presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), esperanzado y servicial, como mensajero de Hugo Chávez en el conflicto de Honduras y elocuente garante del régimen cubano. Ha dicho esta semana que una de las fuentes de legitimidad de la dictadura es Fidel Castro. “Y esto lo digo -aclaró el dirigente chileno- con mucho respeto y casi una admiración por el personaje”. Raúl Rivero, El Mundo de España.
Rico y enfermo
Fidel Castro llamó “basura” al periodista de la Revista “Forbes” por haberle otorgado un lugar especial entre los ocho hombres más ricos del mundo. Figura junto a la reina Isabel de Inglaterra que es mucho caché. La revista no ha dejado de colocar al dictador cubano entre los hombres que en medio siglo ha amasado una considerable fortuna y lo cierto es que las demandas no han prosperado porque los documentos que posee la publicación avalan lo que es considerado por Castro como un infundio.
Escarbando en Internet, me he topado con una serie de entrevistas realizada para América TV por el periodista Oscar Haza al ex escolta de Fidel , un Teniente Coronel de la revolución, Juan Reynaldo Sánchez, quien durante 17 años siguió los pasos del dueño y señor de la isla, escribiendo un diario autorizado y recogiendo en fotos auténticas las intimidades de Fidel.
Sánchez cuenta en las entrevistas cómo era su día a día al lado del hombre más poderoso y rico del mundo. Revela asuntos que ya se han publicado y otros que sólo hasta hoy se conocen como el dato de que hace mucho tiempo sufre de un cáncer de colon que le hace sangrar con frecuencia y que su tipo de sangre RH negativo , le obliga a tener entre sus guardaespaldas a donantes de emergencia.
Sánchez revela que Castro posee mansiones de lujo, trece Mercedes Benz blindados, aviones como el que usa Hugo y varios yates para el disfrute, así como casas en donde se guardan donaciones, se fabrican sus alimentos, se esconden las armas, joyas y drogas con las cuales se trafica para obtener los fondos que luego se colocan en cuentas cifradas.
Las joyas forman parte de los regalos enviados por millonarios, jefes de estado, jeques árabes y admiradores de la revolución. Sánchez muestra fotografías de todo lo que relata, así que hay razones para creerle. Existe una casa llamada de los misterios y otra en la cual el gran Jefe retozaba con sus amantes. El resto se sabe. No hay libertad, los presos políticos se pudren en las cárceles, todos los teléfonos de la isla están pinchados , las conversaciones de ministros y del entorno oficial son grabadas y las reuniones fotografiadas. Tiene un doble que se llama Silvino Alvarez y se le utiliza en autos de vidrios oscuros, en los cuales sólo se ve su perfil. Pasea por las calles cuando hay rumores de que Fidel está enfermo.
Sánchez confirmó que es cierto lo de los magnicidios malogrados, que en la cuarta república venezolana quería acercarse a CAP a toda costa y que a Chávez le graban todas las conversaciones con Fidel en sus visitas a Cuba. Horas y horas las pasa viendo películas históricas, junto a sus guardaespaldas con quienes mantiene un trato afable y distante. El ex escolta se cuidó del amarillismo y sólo comentó que en alguna conversación con Dalia la madre de cinco de los muchos hijos de Fidel, ella le confesó que su familia no pasaría hambre porque “tenían con qué vivir bien el resto de sus días”.
“Punto Cero”, la casa de Fidel y de su familia es una fortaleza amurallada. Allí viven los Castro rodeados de piscinas, canchas de fútbol, sirvientes, huertos hidropónicos y lo que es una curiosidad: una vaca numerada para cada miembro de la familia, cuya leche , según la grasa, se distribuye salomónicamente.
No caben en esta columna las rocambolescas historias de Juan Reynaldo Sánchez, quien estuvo preso varios años, no sin antes poder sacar de la isla a su familia junto a los documentos que hoy están viendo la luz. Sánchez afirma que Castro ha preparado su funeral con invitaciones a todos los famosos que lo han cubierto de gloria, mientras el pueblo sufre privaciones.
A lo mejor fallece mañana o se convierte en momia ambulante hasta su centenario . Si no vivimos para contarlo, correrá la misma suerte que Stalin. Ya nadie lo recuerda y de ello debiera tomar nota la adulante embajadora venezolana en Líbano, Zoeda Karam, dueña de un restaurante con el nombre de Hugo Chávez, mesoneros rojos rojitos y platos típicos como el shawarma de chigüire, chicha andina ,empanadas revolucionarias y otras delicatesses que están abultando su cartera boliburguesa.
Mariahé Pabón
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