La ristra de desafueros por los cuales pudieran abrirle procedimientos
penales crece Internacionalmente: Régimen autocrático, militarista, intervencionista, perturbador. Régimen forajido, compinche de grupos terroristas. Régimen albergue de campamentos y facilitador de armas y municiones a organizaciones guerrilleras, a las que, también, se las vincula con el tráfico de estupefacientes. Régimen interlocutor y apologético de esos mismas bandas sanguinarias. Cleptocracia. Narcocracia.
Y hay más. La lista de calificativos es larga. Los cargos son de distinto
calibre. Severos todos. Como las sospechas que hoy recaen sobre su
legitimidad de propósitos y desempeño.
Es así como hoy está siendo observado, evaluado y también tratado el régimen
bizarro, neocomunista, expansionista, por gobiernos democráticos del planeta
(incluso los alguna vez afectos) e instituciones y organismos
internacionales defensores de la legalidad, las libertades públicas y los
derechos ciudadanos y humanos.
Son de antiquísima data las relaciones controvertidas del régimen turbio con
gobernantes y estados tildados de malhechores: Cuba, Irak, Irán, Palestina,
Bielorrusia, Libia, Argelia, Siria y Zimbabue, entre otros. También con
movimientos sociales (a los que promueve y financia) tachados de
reaccionarios: los Sin Tierra, Piqueteros, Cocaleros, etc. Igualmente con
organizaciones políticas etiquetadas de agitadoras y con milicias condenadas
mundialmente por sus actividades terroristas: FARC, ELN, OLP; Hezbolá,
Hamas, etc. A este prontuario se suma la campaña intentando reivindicar a un
personaje condenado por terrorismo y homicidio como Ilich Ramírez Sánchez
(a) Carlos, (a) El Chacal. Así también, la tibieza ante el asalto a la
Sinagoga de Caracas, posición que contrastó con el vigoroso respaldo a las
milicias terroristas pro-palestinas durante el ataque de Israel sus
campamentos en Líbano. ¿Y qué decir de la activa ingerencia cuando el
ejército colombiano atacó el refugio del guerrillero Raúl Reyes en Ecuador?
Uno de los botines de aquella acción militar fue la "famosa" laptop con
información incriminatoria que aún perturba el sueño de algunos.
No son anecdóticos ni triviales los pronunciamientos en cascada condenando
la ingerencia indebida, tropelías, agravios, instigaciones, financiamientos,
etc. del perturbador de oficio: Departamento de Estado, Congreso y Comando
Antidrogas de EEUU. Así también de la cancillería israelí. Y, por supuesto,
las denuncias permanentes de Colombia. Estos cuestionamientos cabalgan con
el distanciamiento de gobiernos alguna vez amigos como Brasil, Argentina,
Chile y Uruguay.
La ristra de desafueros por los cuales pudieran abrirle procedimientos
judiciales en cortes penales foráneas se expande. El expediente se engrosa
día a día. Ilícito tras ilícito. Los magistrados internacionales esperan.
Por allí pasaron Slobodan Milosevic y Pol Pot, entre otros.
¡Amanecerá y veremos!