miércoles, 19 de agosto de 2009

Alexander Cambero // Educación con sabor cubano




Las manos legislativas se alzaron, y entre gallos y medianoche, aprobaron la nueva Ley Orgánica de Educación. El hecho representa no sólo una aberración desde el punto de vista del proceso formativo, sino la victoria más importante de Fidel Castro en su interés de terminar de anexarse a Venezuela.
Ahora la educación es un hecho que le pertenece en exclusiva al Estado socialista. Éste con su anhelo de convertirnos en autómatas, que prediquemos en el evangelio del marxismo-leninismo, tratará de imponer todo su fantasía ideológica a través del aula de clase, en donde se vierta en las mentes infantiles solo una versión de la historia. Los acontecimientos universales sazonados con mojito y ron cubano. Los episodios y personajes, convertidos en animales cautivos del pensamiento único y hegemónico del denominado socialismo del siglo XXI.

Estamos en presencia de una vulgar manipulación. Una pesada maquinaria se mueve desde la oscuridad para tratar de terminar la obra. A partir de la educación buscarán la forma de transformar el cerebro estudiantil en criadero de salmos socialistas. Los héroes sólo servirían si tiene cromosomas de izquierda, de lo contrario tienen la hoguera de las polillas aseguradas. Un mundo al revés, que no debate sino que calla y se somete desde el aula hasta la tumba. Con risas que no tienen la espontaneidad infantil, del moretón y la caída en el recreo; es la imposición de valores que están muy lejos de ser los principios democráticos que formaron a todos los venezolanos. Es por ello que quieren alejar a Dios del aula de clase. Lo creen un entrometido que preconiza un amor eterno que no es socialista. Prefieren que Ernesto Guevara, Fidel Castro y el inefable Hugo Chávez, sean los encargados de jugar ese rol. Ellos son los iconos de la novísima orientación pedagógica que le hace pucheros al maloliente comunismo.

Nuestros héroes civiles calcinados en la vorágine de la ingratitud. La gigantesca obra de Andrés Bello, sustituida por cualquier mequetrefe que tenga podrido el cerebro. Pero que responda a los intereses del comunismo internacional. Prefieren el servilismo de la cloaca, que preservar las ideas de los mejores venezolanos.

Para instaurar definitivamente al totalitarismo requieren de una educación zombi. Que todo actor del hecho docente responda a un manual que elaboraron en Cuba, en donde su principal ingrediente es la manipulación y el miedo. Una cárcel con barrotes académicos, en donde las ideas de libertad están sometidas por la atrocidad de un Estado enajenado. Allá quien piense de manera distinta es desaparecido, quizás peor que desaparecer, es observar cómo los niños responden al mismo patrón. Los escuchas son autómatas que vomitan un libreto, elaborado por el partido comunista cubano. No existen ideas propias, ellas murieron hace rato.

¿Deseas esto para tus hijos? Los venezolanos tenemos que prepararnos para defender el derecho que tienen los niños en recibir una verdadera educación. La ideologización es una perversidad del socialismo, que hizo estragos en décadas pasadas, y que tiene a Cuba como un ejemplo de cómo pensar la misma estupidez todo el tiempo. Son cincuenta años manipulando conciencias, destruyendo ideas que no comparten aquel horror.

Desde el fondo de la historia, la nación que segrega libertad, no claudicará ante tanta mentira.
Llegó la hora de la verdad. O luchamos por los principios de una educación democrática, justa y participativa; o veremos a los niños, niñas y adolescentes aplaudir los principios de Fidel Castro. Cambiaremos el joropo por el son, y hasta Dios será un personaje de utilería en esta farsa. ¡De ti depende!