jueves, 5 de noviembre de 2009
Yo tenía una luz...
Resulta que en 1999, el Consejo Eléctrico Nacional, que agrupaba a todas las compañías públicas y privadas del sector, entregó al gobierno de Hugo Chávez la proyección eléctrica de Venezuela a diez años, estudio que indicaba que debían instalarse mil megavatios anuales para satisfacer la demanda. Hasta el momento, el gobierno revolucionario ha instalado apenas el 10% de lo proyectado. O sea, le dieron la tarea y no la hizo.
Ahora le echa la culpa a todo el mundo y no reconoce su responsabilidad absoluta en el desastre eléctrico nacional. El problema viene ligadito con la falla de agua, porque nuestra generación es fundamentalmente hidroeléctrica, así que el gobierno ha recomendado totuma y velas para la crisis, consejos muy acordes a sus niveles de capacidad. El Comandante Presidente, que ha regalado sistemas interconectados a Cuba, plantas eléctricas a Nicaragua, 80 millones de dólares a Bolivia para que mejore su red eléctrica, tiene las bolivarianas agallas de decirnos que no tenemos luz porque gastamos mucho. Que el sistema nacional es saboteado, que el Niño tiene secas las presas, que bla bla bla.
Aquí hay una sola verdad: el gobierno no se ha ocupado de lo que debe, no ha construido presas, no ha invertido en mantenimiento de las redes existentes ni ha aumentado en la medida de la necesidad la capacidad generadora. Esto podría ser negligencia e ineptitud, pero lo que sí es delictivo es el desvío de los recursos monetarios y humanos del sector eléctrico e hidrológico, para hacer una revolución no permisada por ninguna ley de la República.
Lo que ha pasado es que el gobierno acaparó todas las compañías de electricidad, asumiendo el sector público la exclusiva responsabilidad de encendernos los bombillos. Lo que pasa es que los empleados de Corpoelec, al igual que todos los empleados públicos, violan por órdenes
superiores la Ley contra la Corrupción que en su artículo 13 establece que:
"Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no
de parcialidad política o económica alguna. En consecuencia, no podrán destinar el uso de los bienes públicos o los recursos que integran el patrimonio público para favorecer a partidos o proyectos políticos, o a intereses económicos particulares". Todos hemos visto a los directivos de Corpoelec, a los
empleados, vestidos de rojo, haciendo campaña dentro y fuera de las
instalaciones de la institución. Corpoelec ha sido uno de los organismos más
activos en la pega de carteles y propaganda a favor de Chávez en las múltiples
elecciones que éste ha promovido para enraizar su revolución izquierdista. El
organismo ha pagado con sus fondos impresiones de panfletos, afiches, ha
colocado en los vehículos oficiales esa publicidad, han hecho caravanas
públicas, han utilizado vehículos y personal para pegar propaganda, han usado
sus instalaciones para hacer asambleas y en el último referendo, la consigna en
las asambleas de Corpoelec era el compromiso que tenían de proponer a Hugo
Chávez para Presidente en el año 2012.
Traducción: en lugar de invertir dinero en redes, lo invirtieron en
campaña y en donaciones para los servicios eléctricos de otros países; los
empleados pagados por nuestros bolsillos, eran agentes de campaña de una
facción política; la atención que se le ha debido prestar a la eficiencia del
servicio se enfocó en consagrarse a un proyecto personal de un hombre que por
demás ha incumplido gravemente su obligación de gobernar a Venezuela en
beneficio del bienestar y progreso de sus habitantes.
Chávez y su camarilla de diputados, magistrados, rectores y funcionarios se han apoderado de las leyes para hacer lo que les viene en gana con el país y sus recursos. Las consecuencias de las prioridades presidenciales ya las estamos sufriendo y las soluciones pasan por cambiar un sistema político ineficiente al que solo interesa la proyección internacional de su caudillo por un sistema eficiente que utilice los recursos humanos del país para satisfacer las necesidades de los venezolanos.
Por si no hablé claro, les digo que si seguimos con Chávez, nos sale vela y totuma por siempre, porque la ineptitud y el fanatismo no tienen remedio. Tenemos la oportunidad para el 2010 y el 2012 de cambiar esto, de darnos una esperanza de calidad de vida. Espero que mientras enciendan sus velas, se les quemen los artefactos, se les pudra la comida, se bañen con totumas, bajen la válvula de la poceta cuando puedan, en suma, que mientras se hunden en la mugre y la oscuridad, la luz se haga en sus mentes y voluntades, decidiéndolos a unirse para acabar de una vez por todas con este oscurantismo medieval que ensombrece Venezuela desde hace más de una década.
Charito Rojas
charito@movistar. net.ve