sábado, 31 de octubre de 2009

Pamplinadas




La revolución lleva dos planes quinquenales y su mayor éxito es que el
comandante ha logrado hablar más de ocho horas seguidas sin levantarse a
orinar, pero se desconoce si aguantó las ganas, usó pañal desechable, se meó
los pantalones o tiene un depósito exógeno para la orina similar al que usa
Fidel Castro para las heces. Se descarta, por obvio, que no le dieran ganas.

La revolución bolivariana, que ahora se dice marxista, no ha sustituido el
voluntarismo por rigor, trabajo, estudio, planificación, organización y
simple convivencia, sino por nominalismo y por la política de tierra
arrasada que le sirvió a Stalin no para derrotar a los nazis, de eso se
ocupó el general invierno, sino para ocultar el demoledor fracaso de sus
planes quinquenales que hasta 1932 se anunciaban como las herramientas que
habían transformado a Rusia, que era un país atrasado y bárbaro, en "una
pujante sociedad industrializada y moderna", y que se estaba a punto de
cumplir la consigna de Lenin: "Electricidad + soviets = socialismo".

El comandante sabe muy bien en qué tiempos vive, su enorme colección de
relojes de lujo lo confirma, y sabe también que el socialismo no es la
implantación de una comuna de comeflores ni la vuelta al cristianismo
primitivo y cavernícola. Su confusión es modesta y superable, endógena, casi
adeca de tan venezolana que es. Cree que basta nombrar los problemas para
que se solucionen o que basta mandar a aprobar una ley para que la realidad
se transforme. Infantilismos, pero no de izquierda.

Diez años después de ofrecer todo lo que ofreció en su discurso en el Ateneo
de Caracas, ahora molido a palos y desalojado por los manganzones
rojo-rojitos, anuncia que quiere cantar reguetón en La Carlota con los
muchachos de Calle 13, sin importarle lo que cueste, mientras hunde en la
oscuridad a la nación entera. Igual que Jorge Giordani, ese rasputín de la
Economía, el Coba criollo nunca entendió la consigna de Lenin. Ignora, o
finge ignorar para ocultar ineptitudes, que además de la gente los soviets
se necesita electricidad para llegar al socialismo como fase superior del
capitalismo. De lo contrario, lo que tendremos es ese hippismo de millonario
y holliwoodense que se ha instalado en Miraflores, con cuyas recetas y
providencias el último que se vaya no tendrá que apagar la luz sino tener
una vela para encontrar la salida.

Liquido bombillos hechos en China, pero comprados e instalados por cubanos a buen precio.

El Tejado Roto
Pamplinadas
RAMÓN HERNÁNDEZ
eltejadoroto@hotmail.com

miércoles, 28 de octubre de 2009

Charito Rojas :Totumocracia




La totuma, adminículo en extinción en la cotidianeidad venezolana, ha sido resucitada por el verbo presidencial. La útil totuma o tapara, fruto de un árbol llamado taparo o higuera, sirve no solamente para los baños de 3 minutos, con champú incluido, que el Presidente se da en las toilettes de mármol de Miraflores, con la aclaratoria de “y no quedo hediondo”. No, la tapara también sirve de cuchara, para comer sancocho, para hacer maracas, para envasar quesos y también para darse un coqueto corte bautizado en su honor (de la tapara, no del Presidente), “corte totuma”. Y si le abre unos huequitos, también la puede usar como colador.



La totuma es un instrumento que ha sido relegado por otros adminículos, como la regadera, las cucharas de madera y de plástico, los coladores metálicos, las vajillas de melamina y las peluquerías unisex. Eso sí, todavía no se ha encontrado nada mejor para hacer maracas. A nosotros nos encantan las totumas, nos recuerdan a las abuelas, la tradición, los ancestros. Es decir, a nuestro pasado, pero creo que ningún venezolano quiere tener una totuma en su futuro.

Bañarse con totuma implica tener al lado un tobo. Y si nos bañamos con un tobo es que no hay ducha, Y si no hay ducha es que no hay agua. Si no hay agua las pocetas no bajan, las manos no se lavan, no se friegan los platos ni se limpia la casa. Los restaurantes cierran, las fábricas también, los comercios bajan la santamaría, los campos no se riegan y el ganado muere. La carencia de agua es una tragedia pero lo es más aún cuando es causada por la inmensa desidia de un gobierno que ahora, a estas alturas pretende nos bañemos con totuma y en tres minutos, cuando en once años no han hecho ni una campañita para ahorrar el vital líquido, “contimenos” un embalse.

“Se compran una planta o no les doy más luz”, amenaza el dueño del país a los centros comerciales, en especial a su favorito Sambil. La cosa es tan dramática que ustedes no nos quieren creer lo que venimos diciendo desde hace más de 10 años, pero este hombre no va a dejarlos ni hacer el amor en paz, porque hasta a los moteles les cortará el agua y la luz. Será que quiere que sigamos la ruta de la totumita de los indígenas que se iban a hacer sus necesidades (todas, toditas) a la orilla del río, que era el sitio más fresco - porque ¿quien se ejercita a dúo con ese calorón?-, con agua y además a la luz romántica de la luna y las estrellas. Ya quisiera ver yo a Cilia y a Maduro, a Luisa Estela y a Jaquelin, a Iris y a Tarek, dándose su bañito en el Göaire, acatando las líneas de Chávez.

Tal vez a la mitad del país, a ese 52% manifiestamente pobre, que nunca ha tenido ducha en su casa y por lo visto no tiene la menor expectativa de tenerla, el asunto de la totumita les haga gracia. Para quienes han pasado la vida robándose la luz del poste más cercano, el asunto de la electricidad no les haga roncha. Quienes nada han tenido, nada tienen que perder. Lo triste es que esta gente sin esperanza de un mejor futuro ha sido envenenada con un discurso de odio que los lleva a sentirse satisfecha con las pérdidas que sufren quienes tienen algo más que ellos. Esa es la gloria del comunismo: hacer a todos (menos a la clase gobernante) igualmente pobres, igualmente ignorantes, igualmente miserables. Y hacia esto va Venezuela con la Totumocracia que nos gobierna.

Sin criterios de desarrollo, cerrando todos los caminos a la libre empresa, asfixiando a la academia, burlándose de la educación, saboteando cualquier vestigio de modernidad y de cultura, el régimen se ha entregado durante una década a destruir lo poco o mucho que permitía hablar de nosotros como “un país en vías de desarrollo”. La ineptitud con que se han manejado los servicios, la ausencia de criterio al elegir a los profesionales y técnicos que dirigen las políticas públicas han llevado a un colapso ya muy cercano a la hecatombe final. Más de 500 apagones diarios sin orden ni concierto, fallas constantes en el suministro de un agua de pésima calidad sanitaria, abandono de las políticas epidemiológicas, negligencia en el mantenimiento de la infraestructura, irresponsabilidad en el manejo de los dineros públicos es la consecuencia de una revolución impuesta a punta de amenazas, cárcel, difamación, expropiaciones y leyes criminalmente aprobadas para satisfacer un proyecto personalista de un vivo que cree todavía que las guerras se ganan arrasando en llamas un país como lo hizo Ezequiel Zamora o torciéndole la voluntad a sus ciudadanos, como lo hizo Fidel Castro.

Yo creo que este hombre cumple con sus amenazas e irrespeta sus promesas. Desde aquel “por ahora”, se ha cebado en Venezuela como un doberman, con mandíbulas de hierro. Un Presidente que ordena a un pueblo que pasa penurias a ahorrar luz, a bañarse en 3 minutos, a no comer tanto porque engordan, a andar desnudos si la revolución así se los pide, a ser pobre porque ser rico es malo, es el mismo que ha aumentado sus gastos personales en el presupuesto del 2010 en 638%, mientras rebaja las asignaciones para los Ministerios de Educación, Interior y Alimentación. Lo que significa que el Comandante viajara mas, se vestirá mejor, dará banquetes a sus amigos mientras las Universidades cierran sus áreas de investigación y nuevas carreras, mientras la seguridad carece de planes y presupuesto, mientras el pueblo padece desabastecimiento. Las protestas diarias de los verdaderos dueños de Venezuela no le quitan el sueño a este hombre que pretende gastar el próximo año 420 millardos en “ampliar el papel de Venezuela en la geopolítica internacional”, lo que se traduce en pura promoción personal en el exterior.

Tal irresponsabilidad, aunada a la manifiesta ineptitud para conducir el país hacia la prosperidad, tendrá fatales consecuencias. El gobierno transita rutas obsoletas, métodos del pasado, esta descubriendo el agua tibia cuando ya los venezolanos habíamos probado el vapor y los jacuzzis. Los habitantes de esta república bolivariana no ven la hora en que verdaderos gerentes se pongan al frente de las empresas básicas y de servicios, que verdaderos legisladores hagan leyes para el pueblo y no para el gobierno, que verdaderos magistrados administren justicia ciega y oportuna, que transparentes rectores del CNE devuelvan la confianza en el voto.

A esta gente que nos gobierna hay que enviarla a estudiar cómo dar calidad de vida a sus gobernados en países del primer mundo y prohibirles que se reúnan con mal vivientes del quinto mundo que les siembran malas ideas, sobre todo a nuestro criollo descubridor del hilo negro. Debería darse un paseíto por Dubai, país petrolero de los Emiratos Arabes donde se han construido los más grandes y hermosos desarrollos habitacionales, parques de diversiones, hoteles siete estrellas y el más bello paisajismo. Todos con luz y aguaÖen medio de un desierto. Producen 245.000 barriles diarios de petróleo y esto sólo representa el 6% de los ingresos del pequeño país que ha hecho del turismo y la recreación sus principales fuentes de ingreso. Ellos saben que en 20 años el oro negro ya estará agotado y para ese entonces, serán una atracción turística mundial. Esos sí que no tienen una tapara por cabeza.

martes, 27 de octubre de 2009

El Memo



Fue Oriana Fallaci, la extraordinaria periodista italiana, quien antes de morir escogiera el perfecto adjetivo para describir en toda su muy escasa dimensión intelectual al presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero: lo llamó “memo”. Según los diccionarios, tonto o simple, como usted prefiera. Si bien, por tonto o simple que sea, le falta al adjetivo el punto de condimento que lo llevara a hacerse en descuido con el Poder, maravillosamente bien auxiliado por el terrorismo talibán, gracias a cuyo cruento y estúpido atentado del 11 de marzo de 2004 se le abrieran las puertas de la Moncloa. Que sin ese atentado, seguiría hilando babas en el hervidero de intrigas y apetencias en que quedara convertido el PSOE luego del retiro del único socialista de enjundia, grandeza y alcances que ha dirigido a los socialistas españoles, Felipe González.



Memo y pillastrón, agregaría yo. Pues que un ser de tanta mediocridad y babosería, tanta que bordea la estulticia, capaz de cualquier gatada, pueda hacerse con el partido de Iglesias da prueba de malévola picardía. De experticia en las artes de manejarse en las fétidas entre suelas de la política, sembrar celadas, adelantarse a la torta, inclinar el lomo y poseer suficiente olfato como para espiar de soslayo por el momento oportuno. De modo que memo, pícaro, intrigante y oportunista. Todo en uno. Y es poco.

Con este ser y las mesnadas diplomáticas de su calaña tienen que lidiar los cientos de miles de españoles que sufren los atropellos, abusos, iniquidades y desplantes de los mafiosos uniformados que detentan el Poder en Venezuela. Este es el sujeto que, junto a Moratinos, aún más servil y rastrero, negociante y oportunista, estaría encargado de velar por los intereses de los hispano-venezolanos. Que Dios y la Corona se ampare de ellos, que a los zapateristas no les interesa más que apoderarse de la torta sobrante de Miraflores, luego del reparto entre los Kirchner y Lula, Daniel Ortega y Evo Morales, Rafael Correa y los Castro.

Al memo y a sus memoriales les sabe a ñoña que esta patria de gloria le haya abierto sus portones a cientos y cientos de miles de españoles cuando se morían de mengua bajo el yugo franquista. Les sincuida que de la siniestra oscuridad reinante en la madre patria - hoy rebajada a madrastra de cuentos de brujas - hayan encontrado la luz, la generosidad, el desprendimiento, las maravillosas oportunidades de encontrar techo, cobijo, abrigo y trabajo, tanto como para que muchos de ellos enriquecieran y volvieran a mostrar su carrotes norteamericanos por las destartaladas carreteras de la España de pañoleta y lentejuelas.

Para inmensa fortuna de esos y otros peninsulares y canarios, amén de los amnésicos socialistas, hubo españoles de bien de los que sentirnos orgullosos: el senador Iñaki Mirena Anasagasti Olabeaga, político español, perteneciente al Partido Nacionalista Vasco, nacido en Cumaná, demócrata y antichavista hasta los huesos; el diputado por el Partido Popular Gustavo Manuel de Arístegui y San Román, cuyo tío abuelo urbanizara y construyera la Urbanización caraqueña del mismo nombre y cuya madre reposa en uno de nuestros camposantos. Otro demócrata ejemplar con el que la oposición democrática venezolana puede contar sin segundas intenciones ni eventuales traiciones. Ambos hispano venezolanos de corazón, bien agradecidos y bien nacidos. Entre muchos otros que honran nuestra hermandad.

Se equivoca el Memo y se equivoca Moratinos, se equivocan sus funcionarios y se equivocan sus embajadores si creen que nos olvidaremos de las injurias que nos profieren cerrándole las puertas a la democracia venezolana y cuadrándose con la tiranía por un puñado de dólares. No somos cubanos. Los tiempos cambian. Ya cambiarán.

Pedro Lastra

Octubre 26, 2009

miércoles, 14 de octubre de 2009

El Nobel Que Perdió Chávez




Se ha popularizado la tesis sobre si acaso no le convino a la “diplomacia imperial” de USA, bajo G.W Bush o de Barack Obama, que Chávez despliegue su política intervencionista en América Latina, como J. Kennedy pactó y se resignó a la de Fidel Castro, a principios de los años sesenta.


Para muchos “analistas” EEUU estaría sencillamente apelando al viejo expediente que aprendamos, bajo chantaje, en cabeza propia lo que cuestan las libertades, para que las defendamos con mayor vehemencia, incluso llevando a extirpar del Estado las malas hierbas del proteccionismo empobrecedor, la corrupción generalizada y la soberbia de liderazgos populistas y militaristas.

Lo paradójico es que esto también estaría desmentido por la improvisada y alcahuete postura contra el gobierno legítimo de Roberto Micheletti en Honduras, donde quedaron enredados al lado de Chávez, en sus contradicciones propias de ilusos o cínicos, los del State Department de la Hilary Clinton.

De manera que más nos vale concebir nosotros diagnósticos generados con variables más complejas, como las visibles de líneas resultantes de acciones heredadas y acumulativas, de un sin número de disparates y grandes aciertos, a lo largo de décadas de aprendizaje de esa gran potencia, en su ejercicio de hegemonía mundial desde la segunda Guerra y súbitamente sobredimensionada en su rol, a la caída del imperio Soviético y la conversión China a la economía de mercado.

Así todas estas sean reflexiones tentativas, de todas maneras habría que explicarse, porqué bajo la corta Presidencia de Barack Obama se multiplican los signos de contubernio, o mínimo de complacencia, con ese “lenguaje de vergüenzas de ser superpotencia” de vuelta a la Casa Blanca y que premonitoriamente ya mereció el Nobel de la Paz para Obama, para jubilo de Fidel: quien sostiene que ese premio amarra al yanqui, que puede por fin aflojar ante su tiranía, luego de 50 años de bloqueo comercial y para calentera y despecho de Chávez, quien anduvo buscando ese premio y gastó millones de dólares de nuestros reales, en la promoción de la candidatura de la colombiana Pilar Córdova, agente suya y de las FARC.

Como es notorio, esta Senadora es una ficha compartida del Mono Jojoy y Chávez. Ella tiene en común con estos traficar políticamente con la desgracia de las víctimas de las FARC. Su verbo de alcahueta de los bandoleros se expresa fehacientemente al llamar “retenidos” a los más de mil inocentes infelices, muchos de ellos simples anónimos, sometidos por la narco guerrilla a la tortura de una prisión sin fin, manteniéndolos secuestrados en las selvas colombianas, en el mayor ejercicio de sadismo de gánsteres.

La verdad que lo del Premio Novel para Obama no me da ni frio ni calor, pero hubiera sido un verdadero desastre político, de muy nocivas consecuencias, que a esos suecos y noruegos despistados, se le hubiera ocurrido premiar la política injerencista de Chávez hacia Colombia, por vía de dar un reconocimiento, que dura décadas, a una agente de la narcoguerrilla y portavoz de una agresiva política contra el gobierno de Uribe, respetado por el 90 % de los colombianos, sin preguntarnos a nosotros que lo elegiríamos sin reparos para presidente de aquí también, si ello fuese posible.

Mientras celebramos que no se lo dieron, restándole una ventaja a Chávez, de las tantas que ya tiene para tratar de joder a nuestro vecino, cavilemos sobre ese tema peludo de que nos reserva el destino con este Carter reencauchado que dirige improvisadamente al “imperio”.

Si alguien quiere una prueba fehaciente de lo grave que es para USA la existencia de las narco- guerrillas colombianas, que le zampa toneladas de droga diariamente a su territorio, con la complicidad abierta, encubierta, o alcahueta del gobierno chavista, allí está lo de las 7 bases, ya proyectadas antes de Obama, con pertrechos de equipos, aviones, radares y personal adiestrado en lo más ultra moderno del espionaje satelital y aéreo, que pondrán en graves apuros y riesgos a los correos y grandes mulas del narco tráfico y el narco lavado, hasta ahora volátiles con uniforme o investidos de autoridad o bajo manto impunidad en Venezuela.

En lo de las bases en Colombia, contra las que chilla Chávez como su peor pesadilla, tenemos entonces una de esas variables, que ni siquiera Obama controla, porque para el ESTADO norteamericano es una cuestión de seguridad interior el que por lo menos disminuya drásticamente ese narcotráfico, defendido o alcahueteado por Pilar Córdoba, la novel frustrada y por Chávez, el principal agente político de la subversión en Colombia.

El colmo hubiera sido darle el Nobel a las FARC y Chávez por vía de la ambiciosa de cráneo tapado…

domingo, 11 de octubre de 2009

Por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas


El jueves, antes de que el trío Giordani, R. Araque y Merentes intentase anunciar alguna medida para reactivar la moribunda economía nacional, ya el eminente profesor de Harvard, Ricardo Hausman, pronosticaba en el Circuito Actualidad, lo que iba a ocurrir en tan esperada performance oficial: “Llevan como dos meses diciendo que van a anunciar medidas y yo creo que lo que van a anunciar hoy, es que no van a anunciar nada”. Y añade Hausman: “Estaría gratamente sorprendido si se atreven a anunciar algo”.

Y así fue. El show de estos tres “mosqueteros” ni siquiera puede calificarse como el parto de los montes, porque no vimos salir al ratoncito del cuento. No se atrevieron (o no supieron) definir una política económica que “tenga algún nivel de sensatez”, como dijera Hausman. Con la esperanza de que vuelvan a dispararse los precios del petróleo, corren una vez más la ya indeleble “arruga” con un gasto público desaforado y un gigantesco endeudamiento interno y externo. El propósito es obtener más dinero para gastarlo en proselitismo de cara a las elecciones parlamentarias del próximo año, para las cuales todas las encuestas pronostican la muy posible derrota gubernamental (CNE rojito y tracalera ley electoral mediante) en vista de la caída del apoyo popular a Chávez .

Cuando Giordani abre cínicamente su intervención diciendo que “estaban esperando otro paquete y se van a quedar con la guayabera puesta, porque este Gobierno toma medidas todos los días”, ignora el país sumergido en un caos de protestas sociales: Guayana, Costa Oriental del Lago, eléctricos, transporte público; médicos, enfermeras, estudiantes y habitantes de los barrios. Reclaman deudas e incumplimientos contractuales, despidos, apagones, racionamiento de agua y electricidad, inflación que devora el salario, desempleo y presos políticos. Muestran su ira por la impunidad del hampa criminal, en cuyo combate el régimen ha fracasado rotundamente.


Giordani, Merentes y Araque intentaron presentar un país idílico en el que el desempleo y la recesión no existen gracias a la sabiduría y el tino del mago de Miraflores. Afirmó Giordani que “Venezuela está aguantando la crisis mundial (..), se ha mantenido el empleo (la verdad es que sólo en las cifras tramposas del INE). Hablaron de tres objetivos pero no citaron medida alguna para alcanzarlos: “crecimiento económico a través de la inversión (inversión no hay) y programas de empleo (no hay programas)”. Giordani banaliza la inflación (la llama “diablillo”) y jura que “Venezuela no está pasando la situación de Estados Unidos porque aquí hay seguridad social”, obviando que el proyecto de seguridad social está engavetado en la AN desde hace 8 años, mentira que enlaza con otra de Chávez cuando dice que en 1999 solo 21% de los venezolanos tenía una cobertura médica asegurada, mientras “que en 2009 la cifra alcanza a 95% de la población”.

El experto en políticas públicas sanitarias, Marino González, demuestra que, entre seguros públicos y privados, apenas el 20% de la población está asegurada hoy. Se miente sobre la disminución de la mortalidad materna y desnutrición infantil. Desde 1998 a 2005 la mortalidad materna aumentó un 20%, y miente Chávez al afirmar que “Venezuela cuenta con el mejor y más amplio sistema de salud”.
Chávez sabe que en sólo 3 de los 44 hospitales por remodelar fueron culminadas las obras y que poco más de 20% de los módulos de Barrio Adentro están funcionando

¿Cómo explica entonces que el PM Miguel Requena, abaleado cuando intentó impedir que varios hampones desarmaran a dos GN, haya sido ruleteado por varios hospitales donde no fue atendido por falta de equipos e insumos y murió desangrado cuando lo llevaban a una clínica privada? Chávez sabe que en sólo 3 de los 44 hospitales por remodelar fueron culminadas las obras y que poco más de 20% de los módulos de Barrio Adentro están funcionando.

¿Cuántas muertes podrían haberse evitado si las ambulancias y dinero donados por Chávez para construir hospitales en los países de sus compinches políticos se hubieran invertido en la salud de los venezolanos, al igual que los $ miles de millones dilapidados en armas de guerra, para satisfacer el capricho de un presidente cada vez más alejado del pueblo?

Aquel juego infantil “vamos a contar mentiras, tranlará: por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas” es práctica que se derrumba en el discurso del régimen. Chávez se siguió llamando Hugo aunque los niños a quienes calificó demagógicamente “de la Patria” aún deambulan por nuestras calles, minados por la droga, el hambre y la prostitución. Por eso nadie le cree cuando jura que en diez años más daría su vida si no ha acabado con la pobreza.

Por no acabar, ni siquiera ha acabado con los huecos dejados por Barreto y tampoco tapados por Jorge Rodríguez, causa por la cual el fabulador Giordani no podrá conducir sus tres soñados Ferraris. Y luego se extrañan de que en las encuestas Chávez y sus mosqueteros estén llegando al llegadero


M.COLOMINA

domingo, 4 de octubre de 2009

La Pantomima



La pantomima no fue la de los estudiantes sino la de Cilia Flores con su escuálida convocatoria de jóvenes y no tan jóvenes que opinaron en contra de la honrosa huelga de hambre de los estudiantes. Si el gobierno tuviera cabezas pensantes nunca hubiera dejado que la situación llegara hasta el punto de hacer que el escurridizo Insulza tuviese que aceptar recibir una delegación estudiantil y que la Comisión de Derechos Humanos de la OEA solicitase visitar al país, que como sabiamos de antemano no se lo iban a autorizar, so pretexto que la Comisión tiene que excusarse primero por su posición en los hechos del 11 de abril.

Pero la soberbia y la estupidez no tienen límites y el PSUV no se caracteriza precisamente por su brillantez. La juventud ha dado una muestra de madurez que muchos deseáramos que la tuviesen los principales dirigentes de la oposición organizada. Si estos dirigentes no entienden el mensaje estarán condenados a seguir siendo actores secundarios en una película en la que, quiéranlo o no, los protagonistas son otros. Lo ocurrido en estos días hace indispensable que haya una chispa de lucidez en la mente de los líderes de la oposición para que pongan en marcha un auténtico proceso de unión de todos los factores democráticos.

No es hora de cobrar pequeñas parcelas de poder, es hora de presentar ideas y soluciones a un país que contempla como va directo al abismo sin que existan bomberos para salvarlo. No hay mucho tiempo más para mostrar una cara unitaria y ésta no puede ser el resultado de micro cogollos sino de un entendimiento nacional entre todos los factores de poder de la alternativa democrática.

El método, primaria, encuestas, consenso es lo de menos, lo que importa son las ideas y propuestas para rescatar al país de la crisis en la que está inmerso y seleccionar a las personas más idóneas para llevar a cabo esa tarea. De no hacerlo, el precio que pagarán las organizaciones políticas será muy alto y, la consecuencia más grave, la desaparición paulatina de la República Democrática de Venezuela

Emilio Figueredo
Analítica.com